Ana Mª Caballero (cuento) y Araceli García (tarjeta), ganadoras del Concurso de Navidad de Aspanias
289 trabajos se presentan al Concurso de Cuentos y Tarjetas de Navidad, de Aspanias
Ana María Caballero Jiménez (Centro Ocupacional de Quintandueñas) y Araceli García Alonso (centro de Salas de los Infantes) son las ganadoras del Concurso de Cuentos y Tarjetas de Navidad de este año. Ana María, por el cuento “Los inmigrantes y la Navidad”, que reproducimos a continuación al igual que la tarjeta que ha pintado Araceli. El jurado compuesto por el grupo de participación de ocio y familias, del Servicio de Familias, ha valorado este año 233 tarjetas y 56 cuentos. La relación de segundos y terceros premios es la siguiente. En la modalidad de cuento, el segundo premio ha sido para Ruth Arribas Trilleros (Centro Ocupacional) y el tercero para Eduardo Bonal Fernández. En tarjetas, Elena Molina Sanz (Centro Especial de Empleo) ha ganado el segundo y Mario Esteban Barredo (Centro Ocupacional), el tercero.
(Cuentoo)
LOS INMIGRANTES Y LA NAVIDAD
Bueno, un año más llegó la Navidad a España. Y este año, se animaron a celebrar el nacimiento de Jesús otras gentes que no eran de España: los inmigrantes.
No se sabe muy bien en qué parte de España nació Jesús, pero lo que sí sabemos es que le llevaron regalos de todo el mundo.
Los de Japón le llevaron un radiocasete muy moderno con una cinta de jotas navarras por si se aburría o para que María le pusiera música para dormir. Vinieron en caballo.
Los de China le trajeron arroz, para que la Virgen María le hiciera una papilla, con leche de cabra que le trajeron los de Nigeria.
Los de Ecuador y Brasil como no sabían qué traerle le llevaron paja que encontraron por el camino para que José le hiciera una cuna.
Cuando iban todos juntos por el camino se encontraron con tres señores muy guapos que eran casi como ellos: uno negro, que dijo llamarse Baltasar, otro amarillo que dijo llamarse Gaspar y un blanco que se llamaba Melchor. Estos le llevaban oro, incienso y mirra que los inmigrantes no sabían para que servían pero se pusieron muy contentos porque parecían gente importante.
Cuando llegaron donde había nacido Jesús, todos juntos cantaron un villancico, comieron turrón y bebieron champaña y al niño Jesús no le importó que fuera gente tan distinta a llevarle regalos.
Ana María Caballero Jiménez