Las instalaciones de la Asociación del Polígono de Empresarios de Villalonquéjar (AEPV) han acogido esta mañana (viernes 6 de marzo la jornada “Añadiendo valor a las empresas”. El objetivo del encuentro ha sido presentar al empresariado local sendas experiencias que Aspanias Burgos (a través de su Fundación CISA)  tiene en marcha en el campo de la formación, capacitación e inclusión laboral de personas con discapacidad, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) y Fundación Mutua Madrileña, por un lado, y con el Plena inclusión Castilla y León y Fundación Burgos Club de Fútbol, por otro.

El proyecto “Pilotaje de empleo personalizado” es un modelo de formación e inclusión laboral que la fundación laboral de Aspanias tiene en marcha desde hace un año en colaboración con Plena inclusión CyL y la Fundación Burgos Club de Fútbol. La otra experiencia más reciente -relacionada con la formación para el empleo- es un programa de realidad virtual que ha desarrollado conjuntamente con el ITCL, Fundación Aspanias Burgos con la ayuda económica de Fundación Mutua Madrileña

El proyecto “Pilotaje de empleo personalizado” es una experiencia de trabajo colaborativo en atención integral e inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual que se tradujo en 2019 en la contratación por parte de Fundación Burgos Club de Fútbol de  Álvaro Barquín Mayoral (persona usuaria del área de formación y empleo de Aspanias Burgos).

El  otro proyecto del que se habló en la jornada, es un proyecto de realidad virtual (“Realidad virtual como recurso para el entrenamiento y la adquisición de competencias laborales entre personas con discapacidad intelectual o del desarrollo”) en el que se ha venido trabajando desde hace un año la Fundación Aspanias Burgos en colaboración con el  ITCL, con una ayuda económica de Fundación Mutua Madrileña (35.000 euros).

El proyecto de realidad virtual es un recurso de entrenamiento y adquisición de competencias laborales con el objetivo de formar a trabajadores con discapacidad intelectual para desarrollar labores propias del puesto (operario de gestión de residuos en entornos industriales y carretillero). Su puesta en marcha beneficiará directamente a 75 trabajadores con discapacidad intelectual, y se estima que indirectamente a otras 1.500 personas.